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Quienes somos

La historia de Pintures Paco se remonta a 1966, cuando Francisco Francés Vaño, pintor de profesión, decidió fundar su propio negocio en el sector de la pintura y los productos químicos. Gracias a sus amplios conocimientos en la elaboración y aplicación de pinturas, rápidamente ganó una sólida reputación en la localidad. En sus inicios, la tienda se especializaba exclusivamente en la venta de pinturas y los componentes necesarios para su fabricación, atendiendo tanto a profesionales como a particulares.

Con el paso de los años, la pasión por el negocio se transmitió a la siguiente generación. Su hijo, Francisco Francés Ferre, tras completar sus estudios de pintura en la escuela de Jaén, decidió incorporarse al negocio familiar. No solo asumió responsabilidades en la tienda, sino que también amplió los servicios al ofrecer trabajos de pintura a domicilio, reforzando aún más la cercanía y confianza con los clientes.

En 1974, el crecimiento de la empresa hizo necesaria una reubicación, trasladándose a un local más amplio en la calle San Jorge, número 4. Este cambio permitió mejorar la atención al público y expandir la oferta de productos, consolidando la tienda como un referente en el sector.

El negocio siguió evolucionando y, en 1982, vivió una importante expansión con la incorporación de Rosa Calabuig Calabuig, esposa de Francisco y comerciante de la localidad de Bocairent. Juntos, decidieron diversificar la oferta de la tienda más allá de la pintura y los productos químicos, introduciendo nuevos artículos como marroquinería, perfumería, bisutería y regalos, logrando así atraer a un público más amplio y afianzar aún más la presencia del negocio en la zona.

Con el tiempo, el volumen de productos y clientes aumentó considerablemente, lo que llevó a la familia a tomar una decisión clave en 1996: trasladar la tienda a su actual ubicación en la Avenida Constitución, número 21. Este nuevo espacio permitió organizar mejor el stock, mejorar la experiencia de compra y seguir ofreciendo un servicio cercano y profesional.

En 2018, el relevo generacional volvió a hacerse presente con la llegada de Javier Francés Calabuig, nieto del fundador. Habiendo crecido dentro del negocio familiar, decidió continuar con la tradición tras finalizar sus estudios, aportando una visión renovada y adaptada a las nuevas necesidades del mercado. Actualmente, Javier dirige la empresa junto a su esposa, Diandra, quien comparte con él la misma pasión por el negocio. Juntos, trabajan cada día con un objetivo claro: mantener el trato cercano con los clientes, ofrecer asesoramiento personalizado y seguir evolucionando para adaptarse a las necesidades del consumidor moderno.

Así, Pintures Paco sigue siendo, después de más de cinco décadas, un referente en el sector, combinando la experiencia de varias generaciones con un compromiso firme por la calidad, la innovación y la atención al cliente.

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